JEFE, AMIGO, COMPAÑERO

LA PRIMERA vez que lo vio "fue en abril, más bien, del 57, cuando me alcé. Camilo era el jefe de la escuadra de la vanguardia. Lo conocí de vista, no tuvimos trato, él andaba por un lado y yo por otro. Después, me fui con el Che, en la Columna 4".

Orestes Guerra se limpia los espejuelos y sonríe. "A la Columna 4 le decían de todo lo peor que le podían decir: Los descamisados. El desalojo campesino. Eramos una pila de gente con malas armas y algunos sin ellas, mal vestidos... Pero nos batíamos bien y Fidel siempre nos sacaba de ejemplo".ma5-1.jpg (14368 bytes)

En octubre de 1957, Camilo pasó a la Columna 4. "El Che ya me había informado que venía como jefe de nuestro pelotón, los de la vanguardia. Cuando llegó, pregunta por mí y empezamos a hablar. Desde entonces, seguimos la amistad".

EL JEFE EXCEPCIONAL

"Con su astucia, su trato, su valor, supo dirigir el pelotón, porque yo te digo que ese grupo no era fácil, éramos uno de los más difíciles que pudieran haber. Y lo que él logró, para hacer lo que hizo de ese grupo, eso lo podía haber hecho muy poca gente.

"Eramos difíciles porque estábamos en el machismo, en creernos más valientes que nadie. Campesinos de Oriente, la música que se oía más era la mexicana y tú sabes que esas canciones son de guapería, la mujer que le quitaron a otro, la fajazón, y teníamos esa tendencia, aparte de lo analfabetos que todos éramos".

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"Camilo pasó con nosotros la captura de los bandidos que se hacían pasar por rebeldes, Mar Verde, Subida del Muerto, Pino del Agua II, las campañas del Llano en el 58, su ascenso a Comandante, una parte del rechazo a la Ofensiva de Verano de la tiranía, Casa de Piedra, la Invasión a Las Villas...".

¿COMO ERA CAMILO?

"Un hombre natural, como tú, yo, todos los demás. A pesar de ser el jefe, cuando llegaba a un campamento y por más desbaratado que se sintiera, ayudaba a hacer café, a cocinar. No tenía complejos, le llevaba a la hamaca el café, el plato de comida, a los heridos, a cualquier compañero.

"Muy querido por su valor y por su forma de tratar a sus hombres. Nos trataba como hermanos, no solo a los oficiales, al más insignificante de la tropa. Un ejemplo en el trabajo y en el combate. Si había hombre guapo, ese era Camilo.

"Fue uno de los compañeros que más esfuerzos hizo para adaptarse a la vida de la Sierra. No le era fácil orientarse en el monte, se perdía. Si para nosotros, campesinos, no fue fácil la adaptación, imagínate para él, que era un hombre de ciudad.

"Yo oigo a muchos compañeros nuestros: Nunca vi a Camilo bravo, dicen ellos. Y yo digo: Nunca estuvieron con Camilo. Porque Camilo sí se ponía bravo; y siempre con razón, cuando las cosas se hacían mal. Y cuando se ponía bravo, decía más de cuatro barbaridades, porque era un hombre normal, como tú y como yo".

FE EN FIDEL

"Después de Mar Verde, todavía en el 57, Fidel comienza a conversar conmigo y entre las cosas que me dice, habla que dentro de muy poco iba a empezar a sacar tropas para varios lugares de Oriente, Las Villas, Pinar del Río. Yo me dije: Fidel está loco, como estamos nosotros, con dos grupitos, la situación que tenemos; y está inventando con mandar tropas para otra parte".

"Pasaron unos días, yo voy para donde está mi columna y me la pasaba pensando y pensando en lo que Fidel había dicho. Camilo me vio así y preguntó qué pasaba. Yo le dije: Estoy preocupado porque creo que Fidel se tostó. Y le cuento su conversación conmigo.

"Camilo empieza a reírse, coge y me abraza, dice: Si lo dijo Fidel, cuenta que lo hace. Yo miré a Camilo y me dije: Este está peor que Fidel, está más tosta'o, de dónde piensa que vamos a sacar tanta gente y armas.

"Y en tan poco tiempo, menos de un año, después de la derrota de la ofensiva (de la tiranía), allá por Cerro Pelado, un poco más arriba, llega Camilo y me dice: Te traigo una noticia. ¿Te acuerdas lo que te dijo Fidel? Mira, ya tenemos la orden de ir para Pinar del Río con la Columna 2. Te lo dije, si lo dice Fidel...".

Días más tarde, la columna recibía el nombre de Antonio Maceo. Con ella, Camilo realizó la Invasión a Las Villas; el capitán Orestes Guerra encabezaba, como jefe, su pelotón de vanguardia.

EJEMPLO Y GUIA

Después del triunfo, ya con el grado de Comandante, a Orestes le asignaron responsabilidades en Matanzas. Pocas veces tuvo tiempo para departir con su compañero de lucha: durante la caballería invasora, organizada para la celebración del 26 de Julio en La Habana, cuando Camilo en funciones de trabajo lo visitaba. En tierras yumurinas, supo de la desaparición del jefe y amigo.

"Cuando Fidel dijo que en el pueblo existían muchos Camilos, la mayoría de nosotros, yo mismo, no lo entendimos. Después he ido pensando, analizando, y en verdad que las palabras que Fidel dijo es lo más lindo y lo mejor que se podía decir si uno se va a referir a un hombre de la calidad de Camilo".

"Es verdad que hemos demostrado dondequiera que hemos ido la calidad de nuestros combatientes, mujeres y hombres, que en nuestro pueblo hay muchos Camilos y habrá muchos Camilos, pues nuestros jóvenes ven en él un ejemplo y una guía para la vida".