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LUNES 17 DE DICIEMBRE

 

GRUPO DE FIDEL

 

La finca “El Salvador”, de Mongo Pérez, ubicada en el lugar conocido por Cinco Palmas, era al punto seleccionado de antemano por los organizadores de la red de recepción del desembarco, para agrupar y organizar a los expedicionarios antes de su partida hacia las zonas más intrincadas de la Sierra.

Desde hace meses, todos los grupos conspirativos del Movimiento 26 de Julio en la costa de Manzanillo a Pilón, han estado trabajando en función del desembarco. Celia es la figura clave del Movimiento en la región. Mantiene una coordinación estrecha con Frank País y la dirección de la provincia en Santiago, y ha logrado incorporar a la organización a un buen número de campesinos y obreros, y a un grupo de estudiantes.

Celia, sobre todo, ha organizado una completa red de recepción entre los campesinos de la zona, cuyos centros principales son Guillermo García, en El Plátano, y Crescencio Pérez, en Ojo de Agua de Jerez. La red tiene sus ramificaciones hacia el norte en Santa María y Guaimaral, y hacia el sureste en Sevilla Arriba, El Mamey, Palmarito, La Manteca y otros lugares que conducen, cruzando monte hacia el nordeste, hasta la casa de Mongo Pérez. Existe también un número de campesinos que el Movimiento sabe que cooperarán en caso necesario.

Debido a las circunstancias del desembarco, el contacto no puede establecerse en los primeros momentos. Viene luego la dispersión.

Los días anteriores han sido de febril actividad para Guillermo y Crescencio. Han podido localizar y encaminar a algunos expedicionarios. El 16 Crescencio está reunido con tres de ellos –Calixto García, Calixto Morales y Carlos Bermúdez- en la casa de Félix Mendoza, en Manacal. Mongo le envía un mensaje de que baje urgentemente a Cinco Palmas.

 

GRUPO DE RAÚL

 

La noche anterior, los combatientes del grupo de Raúl han dormido bastante y despiertan con el cuerpo descansado, si bien con los estómagos vacíos. A las 9:30 de la mañana suben a una lomita donde recogen algunas mazorcas de maíz. Deciden pasar el día casi junto a la carretera, en un lugar bien cubierto. Al mediodía elogian con entusiasmo la magra ración de maíz tierno, ajíes y frijoles colorados nuevos, todo crudo, que prepara Efigenio.

Poco después de las 6:00 de la tarde, ya oscureciendo, cruzan por tercera vez la carretera. Del otro lado, a poco más de un kilómetro, hay una casa y a ella se encaminan. El dueño se llama Santiago Guerra, y el lugar La Aguadita de Pilón.

El campesino acoge cordialmente a los hambrientos expedicionarios. Prepara un sopón de arroz con algunos trozos de carne y de vianda. Raúl conversa con él sobre la reforma agraria y las posibles medidas para poner fin a la explotación del campesinado, y le deja también un documento en testimonio de su cooperación, firmado con el seudónimo de Luar Trosca, es decir, Raúl Castro con el orden de las letras alterados:

“El lunes 17 de Dic. llegamos a casa del campesino Santiago Guerra, hambrientos y cansados y nos dio de comer atendiéndonos muy bien, y brindándose para ayudarnos a seguir nuestro camino. Dejamos constancia de esta ayuda prestada a cinco miembros del Movimiento “26 de Julio”, por si morimos, él pueda presentar este papel en el futuro.”

Santiago Guerra tiene familia en Curial de Vicana, y recomienda a Raúl que se dirija allí. Después de darle indicaciones precisas acerca del camino que deben seguir, los combatientes emprenden la marcha.

Raúl narra:

Avanzamos por el camino entre cañas, cuando calculamos que éstas se estaban acabando, hicimos un alto y estuvimos comiendo caña sin parar nada menos que hora y media. […] Tuvimos varias veces, que pasándonos por campesinos, tocar en los bohíos y preguntar si íbamos bien encaminados hacia el Purial, en muchas casas no nos contestaban temerosos probablemente, a gente maleante. Eran tantos los caminos que nos cruzaban, que por fin nos perdimos: también para suerte nuestra.

A las 4:30 de la madrugada del día 18, después de más de veinte kilómetros de marcha, el grupo se asoma sobre la lechería de una finca cercana a Purial. Han salido unos cuatro kilómetros más abajo del destino que se habían fijado. No saben que en ese momento están a 1 300 metros de donde acampa Fidel en la finca de Mongo Pérez, y que, gracias al error de orientación que han cometido durante esa noche, encontrarán a Fidel mucho antes de lo que esperan.

 

GRUPO DE ALMEIDA

 

El día 17, Carlos Mas guía a Almeida y su grupo de combatientes hasta la casa de Perucho Carrillo. El camino no es largo, pero avanzan despacio, ya que Ramiro y Camilo vienen enfermos del estómago.

Los dos expedicionarios se quedan en la casa de Perucho, mientras sus cinco compañeros prosiguen la marcha con la intención de cruzar esa misma noche la carretera de Pilón. En definitiva, el grupo regresa, pues en el camino ha recibido noticias de que hay guardias por la zona.

Esa noche acampan en un sembrado de yuca cercano a la casa de Carrillo.